Fallas en la dirección del Lexus, nuevo dolor de cabeza para Toyota
El fabricante japonés Toyota decidió llamar a revisión a unos 11 mil 500 vehículos de su marca de lujo Lexus vendidos en el mundo debido a un problema en el sistema de control de la dirección, informó el portavoz de la compañía, Mieko Iwasaki.
Precisó que Toyota retirará cerca de cuatro mil 500 vehículos en Japón, dado que cuatro modelos de Lexus tendrían ese desperfecto: los modelos de gasolina LS460 y LS460L y los modelos híbridos (de gasolina y electricidad) LS600h y LS600hL.
Desde marzo pasado, el Ministerio de Transportes de Japón ha recibido 12 reportes sobre problemas en los que el volante no funciona durante varios segundos debido a una falla en el sistema de control eléctrico, según reportes de la agencia japonesa de noticias Kyodo.
“Tras tener la versión de los clientes, estamos haciendo los preparativos para llamar a revisión a unos 11 mil 500 vehículos lexus -cuatro mil 500 en Japón y siete mil en Estados Unidos, China y Europa-“, dijo el vocero de Toyota.
Indicó que no todos los vehículos cuentan con la función de control de dirección en la que se ha detectado el defecto, conocida como VGRS, por lo que todavía se estudia el alcance de la medida adoptada.
El VGRS es un sistema que ajusta la respuesta del vehículo al movimiento del volante en función de la velocidad. A gran velocidad, este sistema asegura que el coche no cambie de dirección con cada pequeño movimiento del volante.
A medida que baja la velocidad, la respuesta a los movimientos del volante se hace progresivamente más elevada.
El gigante japonés, primer constructor mundial de automóviles, ha reforzado sus procesos de control de calidad ante las masivas llamadas a revisión hace unos meses, que afectaron a más de 10 millones de vehículos en el mundo.
Toyota se vio obligado en el invierno pasado a llamar a revisión a unos 10 millones de vehículos en el mundo, en su mayoría comercializados en Estados Unidos, por defectos en el pedal del acelerador de algunos modelos.
El fabricante japonés aceptó la víspera pagar una multa de 16.4 millones de dólares a las autoridades estadunidenses por haber demorado en comunicar sobre los problemas en sus vehículos.
